lunes, 22 de abril de 2024

QUEMADOS POR EL SOL

No era ningún misterio que Tadej Pogačar acabaría ganando la Lieja - Bastogne - Lieja. Sin el contrapeso necesario de Remco Evenepoel, Pogačar no contaba con la presencia de una auténtica oposición, por mucho que la prensa se esforzase en vender a Mathieu van der Poel como un auténtico adversario. El campeón del mundo se defendió muy bien, todo hay que decirlo, pero en ningún momento estuvo en disposición de plantear una alternativa seria al dominio de Pogačar. Se sabía igualmente que la victoria de Pogačar se iba a gestar en la Redoute, como las dos últimas de Evenepoel, sin por ello incurrir en declaraciones inmaduras y desafiantes al modo de Vandenbroucke. En Pogačar todo fluye con más naturalidad y en su caso, como también en el de Evenepoel, sí iba a ganar realmente desde la Redoute. Desde allí el esloveno corrió otra prueba, independiente al resto, pedaleando en una burbuja de aislamiento, convirtiendo el asfalto bajo sus pedales en un tapiz aterciopelado, en una completa armonía entre atleta, máquina y paisaje: un bello cuadro del que muchos comienzan a estar hasta las narices. 

jueves, 18 de abril de 2024

¿GANÓ ZAMBANINI?

En pocas ocasiones anteriores la Flecha Valona había acaparado la atención de este espacio. Normal que así fuese. ¿Las cinco victorias de Valverde se habían podido distinguir entre sí? ¿O las tres de Alaphilippe? Todas se resolvieron igual, año tras año, en el mismo punto. Vista desde la distancia, podría decirse que esa repetición de momentos de año en año tenía algo de estético, de gesto ritual o esencialista, al modo de Ozu repitiendo siempre un mismo encuadre. Pero no nos engañemos, aquello fue un tremendo rollo. Reducida a una carrera de apenas dos minutos y medio de emoción, el campeonato del mundo de los sprints en cuesta se había convertido en un desfile de caretos importantes, antes de la estocada final. Ayer se vio algo distinto: quizá no caretos importantes, pero sí caretos congelados.

lunes, 15 de abril de 2024

CUANDO EL GATO DUERME, LOS RATONES BAILAN

Ayer se vivió una interesante edición de la Amstel Gold Race, de momento la segunda clásica más entretenida del año, después del final siempre cardíaco de la Milán - Sanreno. Parte del aliciente de la prueba residió en la pasividad de Mathieu van der Poel, al que todo el mundo daba lógicamente como absoluto favorito, dado el encadenado de exhibiciones previas. Aunque siempre rodó en la parte delantera del pelotón, el campeón del mundo dio la sensación de desentenderse de la carrera en su parte final. Así pues, mientras el gigante roncaba en el interior de la cueva, los enanitos aprovecharon para escaparse con sigilo. 

lunes, 8 de abril de 2024

CAFFEINE SHAMPOO, EL SECRETO DE LOS CAMPEONES

Vamos a hablar de fantasías, de posibilidades no concretadas, de vías muertas de la historia. Hubo un instante en la París - Roubaix de ayer, a falta de sesenta y pocos kilómetros, en el que todo parecía abierto. Un grupo de veintiocho corredores se adentraba en la parte decisiva de la carrera, con todo por decidir. Al menos, así podría parecer para alguien con ganas de engañarse a sí mismo y que no hubiese estado atento a las señales previas que la carrera había ido aportando. 

viernes, 5 de abril de 2024

¿QUÉ HACER?

Hay artículos que no quiero volver a escribir. Cada día que pasa me causa una sensación más extraña disfrutar como espectador de un deporte que puede causar mucho daño a sus protagonistas. No quiero que nadie sufra muchos daños ejerciendo su profesión, y mucho menos con el cometido de entretener a los aficionados. Nadie quiere que haya caídas graves, está claro, pero creo personalmente que los efectos de la mala suerte pueden ser limitados. No al 100%, pero sí en gran medida. Por supuesto, abomino de cualquier vinculación de las caídas con la épica. Creo que hemos avanzado desde los forzados de la ruta, aunque sea a golpes; y si no lo ha hecho todo el mundo, ha llegado el momento de hacerlo. No me valen ya esas coletillas de "están hechos de otra pasta". No, por favor. Podéis acusarme de blando, pero el valor no creo que se mida en retomar la marcha medio inconsciente o ensangrentado. Por tanto, para que no se repitan tragedias recientes, habrá que hacer algo. Yo no tengo las soluciones, no es mi cometido aportarlas, pero me ha parecido bien escribir, desde un punto de vista constructivo, cosas que he ido leyendo o se me han ido ocurriendo, a fin de mejorar la situación. 

lunes, 1 de abril de 2024

UNA SIMPLE FORMALIDAD

Un cielo pálido daba la bienvenida al pelotón en la salida de Amberes. Con el paso de los kilómetros, esos tímidos rayos de sol de la mañana se convirtieron en oscuros nubarrones a la altura de Oudenaarde. El aguacero fue importante, como hacía tiempo que no se veía en el Tour de Flandes, pero el arcoíris solo asomó en el maillot del ganador. En realidad, la carrera fue un simple acto rutinario para Mathieu van der Poel, como se preveía. Sus rivales jugaron la carta de la anticipación, pero la dureza de la prueba, acrecentada por las condiciones meteorológicas, demostró que esa estrategia no había sido la indicada. 

sábado, 30 de marzo de 2024

UN INFORTUNIO MÁS

El pasado miércoles se disputó A través de Flandes, a modo de aperitivo del Tour de Flandes, y en ella Wout van Aert sufrió una aparatosa caída que lo aleja de sus grandes objetivos de la temporada. El parte médico habla de clavícula y costillas fracturadas, con lo cual pierde lo que le queda de primavera y seguramente también el Giro. Esta desgracia es un eslabón más en una larga cadena de infortunios. Como en una caricatura de Pellos, parece que al amado de la afición flamenca siempre le espera a la vuelta de la esquina la bruja de las averías o el demonio que pone palos en la rueda. Quizá a partir de esta nueva desgracia aprenda a no saltarse carreras importantes del calendario (como la pasada Milán - Sanremo) o a no hacer regalos gratuitos (como en la Gante - Wevelgem del año pasado).